L E N G U A L D Í A
Madrid. 31 octubre 2019

«Ahora sé lo que no quiero»

Hoy quiero compartir con vosotros el caso de una luchadora nata, el ejemplo de una persona consecuente, responsable, inteligente y madura que es capaz de superar sus obstáculos para tener más posibilidades a la hora de enfrentarse al futuro laboral. Tomar el camino más difícil es una decisión arriesgada porque es muy complicado no abandonar pero Camila nos demuestra que se puede. Este es el ejemplo de una opción de valientes.

Mi gran elección, escrito por C.L

» Hola, soy Camila. Estoy en 3º de carrera de ingeniería industrial, en la Politécnica de Madrid. Elegí estos estudios pensando que era lo que más cuadraba con el itinerario que había escogido en Bachillerato y porque lo que más me gustaba eran las mates, física… Además, aquellos que me conocían, como mi padre, me veían en cualquier carrera que fuera más práctica que teórica y esta encajaba.

Sin embargo, cuando empecé, no tarde mucho en darme cuenta de que no sabía dónde me había metido. Fue un shock, la verdad. Primero, porque jamás había suspendido y, segundo, porque nadie me había dicho la dedicación, la matada a estudiar que iba a suponer. A pesar de esto, finalmente, no me fue tan mal: ¡sólo suspendí 4 en primero!. Ahora lo digo con la tranquilidad que da la distancia pero entonces fue duro.

No es lo mío; eso lo tengo claro. Sigo porque estoy en 3º, pero no es mi sitio. Realmente, no me he cambiado de carrera por varias razones. En primer lugar, no soy de las valientes que se atreven a ir probando porque ¿y si me vuelvo a equivocar?; en segundo lugar, creo que, aunque no me quiero dedicar a nada relacionado con la ingeniería, esta carrera me da muchas opciones y, aunque el camino haya sido duro, merecerá la pena. Y, tercero y lo más importante aunque parezca una paradoja, me encontré con la suerte de mi vida.

Me hice un grupo de amigos enorme y eso es lo que ha hecho que siga en la carrera,

Mis amigos son mi motivación y lo que me hace levantarme por las mañanas y desear ir a la universidad. Por eso, ahora, con las clases online debido a la pandemia, y aunque intentamos quedar en la biblioteca para estudiar, me está costando un poco más.

En definitiva, no me gusta mi carrera pero me ha ayudado a saber qué es lo que no quiero y creo que esto es un punto muy importante. Sigo sin tener claro qué voy a hacer en el futuro pero lo que sí sé es que no tendrá que ver con la ingeniería; seguramente haré un máster relacionado con la empresa».

Con este testimonio vemos que siempre hay que buscar el lado bueno de las cosas y sacar lo mejor de nosotros para superarnos.